Furia Política
De la vida rezongaba y con ira manoteaba; en el absurdo ella vivía y en existir sentido no veía. En la calle caminaba y al pasar empujaba. En todos a locos reconocía y ciegos creía. Las injusticias vividas su sangre le hervían y sus deseos de venganza su mente invadían. En la plaza los soldados esperaban a que los sindicatos sus gritos clamaran. Ella a la distancia reconoció a quien las granadas portaba. Con astuto sigilo a él se acercó y cuando su mirada se confundió, presta ella una granada le arrebató; con una fuerte patada a él alejó y en medio de toda la gente su furia vociferó:
¡Este Estado es teatro falso y destejido!
¡Corrupto, podrido, depravado y pervertido!
Señorita, ¡devuélvame la granada!
¡Ni mierda malparido!
Por su ignorancia este engaño es sostenido.
Aquí no hay vida ni felicidad
y el deseo de vivir se ha ido.
¡De esta falsa democracia me he desprendido!
sus poderes a todo nivel corrompidos.
Ahora solo hacen gracia
la Anarquía o la Ontocracia.
Señorita, ¿qué cosas dice?
con esa granada atenta a la vida de todos.
¿De qué habla? ¡Imbécil!
¡Si la vida no les importa!
Matan sin piedad ni razón
a quien a la vida le aporta.
¿Ahora resulta que sí la defienden
pero solo cuando la propia se ofende?
Hipócritas malparidos.
¡Las leyes dicen proteger y son los primeros en violarlas!
¡Malparidos todos! ¡Hijueputas mentirosos!
Las tierras de mi madre… ¡las que tanto luchó por pagar!
Lo que sufrió para el dinero ganar.
¡Con su firma se quedaron
y de nuestra propia tierra nos echaron!
Y con sus leyes protegidos a su antojo nos ultrajaron.
¡LADRONES DESCARADOS!
Con nuestro esfuerzo tragaron y hasta la coronilla quedaron
nuestras cosechas vendieron y con nuestro sudor se embriagaron
¡LA GRANDÍSIMA PUTA QUE LOS PARIÓ!
Por favor, cálmese señorita, todo va a estar bien
¿Que me calme me dice?
¡HIJUEPUTAS MALPARIDOS!
Ustedes y su estirpe
¡inmundos, falsos, atrevidos!
Cuatreros desalmados.
Por favor, no queremos usar la fuerza.
¡Úsenla si quieren malparidos!
que aquí a la mierda todos nos vamos.
Su tono mi ira no calma
ni su amenaza amedrenta mi alma.
Insistimos, no queremos usar la fuerza.
¿Están locos malparidos?
¿Acaso la realidad no alcanzan?
¡Todos ustedes son farsa!
¡Corruptos hasta la médula!
las altas cortes y el raso policía,
¿y la fiscalía?
¡Esa mierda ni independencia ni autonomía!
Señorita, Ud. puede decir todo lo que quiera,
pero no así de violenta, ¡entregue esa granada!
¡MALPARIDOS!
¡Ojalá sus hijos no salgan tan podridos!
Acusan inocentes de la mierda que USTEDES llevan.
¡Criminales disfrazados, mojigatos descarados!
Señorita, le advierto, puede ser acusada de terrorismo,
¡entregue la granada y tírese al suelo!
cálmese y obedezca.
¿Ahora calma me pide?
¡pero le vende armas a quienes me agreden
y luego se enorgullese por de ellos defenderme!
¡SICARIOS MALPARIDOS!
¡Hijueputas abusivos!
¡Exigen honor y con traición pagan!
Romantizan nuestro sacrificio y sonríen cuando nos destazan.
¡MALPARIDOS!
Ahora que algo de temor tienen
porque de mí su vida depende
la lección que les compartiré
¡es que de su propia mierda les daré!
Más autoridades se acercaban y con angustia la miraban mientras los refuerzos llamaban. Entre ellos sollozaban que las drogas seguro la devoraban.
¡Desde aquí los oigo malparidos!
y no son esas drogas las que devoran mi alma
es su absurda promesa de cómo puedo ser ciudadana.
¿A sus impuestos obligarme y a su ley esclavizarme?
¡Pedazos de pendejos! ¡Idiotas!
De toda razón carecen
con sus juegos financieros la vida nunca crece.
No hay manera de este juego superar
sin lugar para morar
ni medios para la familia alimentar.
Lamento mucho oír eso señorita, pero por favor, se lo ruego... por favor...
Vamos a hablar. Le estamos escuchando atentamente. Recuerde que actuamos bajo el imperio de la ley.
¿CUÁL LEY MALPARIDOS?
¿La de nuestra tierra despojarnos?
¿La de la salud privarnos?
¿La de todo encarecer y a todos empobrecer?
¡MALPARIDOS ATREVIDOS!
Somos errantes en nuestra propia tierra
eternos deudores de sus juegos macabros.
¿Muy valientes por armas poseer?
¿Muy seguros por sus mentiras sostener?
¡INMUNDOS ASQUEROSOS!
No hay tierra infinita que su avaricia sacie
ni recurso eterno que su ambición calme.
¡¿Que el capitalismo nos salva?!
¡¿Qui il quipitilismi nis silvi?!
¡BOBOS MALPARIDOS!
Al virtuoso difaman y al idealista engañan.
De concusión pletóricos y de cohecho atragantados
con indignación señalan y con la Virgen se amangualan.
¡Malparidos!
¡Señorita! ¡La tenemos rodeada!,
¡entregue la granada y tírese al suelo ya mismo!
¡A mí no me amenace gurriato majadero!
que suficiente tengo con mi vida
mendigando todo el día
buscando trabajo por comida.
¡Este teatro ahora mismo lo acabo!
todo este chiste macabro
esta situación malvada
¡A LA MIERDA TODO CON ESTA PUTA GRANADA!
Dicho esto, la airada estudiante de derecho el seguro de la granada quitó y con todas sus fuerzas a sus propios pies la tiró. Con el estruendo del impacto la escena en blanco quedó. Todos los tímpanos se reventaron y luego de un tiempo en el hospital despertó.
¿Dónde estoy, qué pasó?
Señorita, por favor descanse, la operación fue un éxito.
¿De qué operación me habla?
Colectomía subtotal por estreñimiento crónico idiopático, su familia la encontró desmayada en el inodoro cuando hacía sus deposiciones.
No Dr., usted está equivocado,
¿Qué pasó con la granada que le quité al soldado?
¿y las injusticias que el gobierno ha propiciado?
¿y la explosión que todos los tímpanos había reventado?
Señorita, la única explosión fue su propia flatulencia que alertó a su familia.
Descanse que en unas semanas le daremos de alta.
Visiblemente consternada y con sus falsas memorias golpeada, del hospital salió caminando, tan ligera, que se sentía volando. Con todas sus heces removidas y con su realidad confundida, de sí misma avergonzada por el parque caminaba. Descalza sobre el césped con gracia se tendió, a dos jardines de distancia a una mujer fuerte y decidida observó, mientras un extraño ritual ejecutaba y una magia completaba…


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